EXPERIMENTO: Apuntando Aquí
Cuando apuntas hacia cualquier lugar en el mundo, señalas objetos de percepción. Te encuentras a distancia de lo que miras, y ves algo. Prueba lo siguiente.
Apunta con el dedo al lugar donde los demás ven tu cara. ¿Qué ves? Has revertido la dirección de tu atención hacia ti y ahora te miras a distancia cero. ¿Ves algo?
Cuando apuntas hacia ti mismo, al lugar donde otros ven tu cara, no apuntas a ninguna cosa, ¿cierto? ¡Aquí no hay ojos, boca, mejillas, cara, ni cabeza!
Pierdes la cabeza y te ganas el mundo.
Comentario de Richard Lang
¿Quién eres realmente? No quien eres en los ojos de los demás, o en el espejo, o según tus creencias o supuestos sin examinar, sino en tu propia experiencia directa.
Los grandes maestros espirituales dicen que no eres tu apariencia – en el fondo, secretamente, más cerca de ti que tu propia respiración, eres capacidad para el mundo. Ellos dicen que para descubrir esta verdad maravillosa acerca de ti mismo debes mirar simplemente e inocentemente, como un niño. ¿A dónde miras? Exactamente donde estás, al observador. ¿Cuándo? Ahora.
Para ver quien eres realmente, realiza el siguiente experimento.
Cuando apuntas a cualquier sitio no importa donde sea, estás apuntando a apariencias. Estás distante de lo que estás observando y ves cosas, ves objetos. Observa ésto – dirige tu atención a las cosas señalándolas. Las siguientes imágenes son sólo una indicación – es fundamental que HAGAS el experimento.)
Por ejemplo, puedo ver las formas y colores de esta habitación…
de mi pie…
de mi rodilla…
En todos estos casos, mi atención está dirigida hacia fuera, a objetos.
Ahora apunta a donde los demás ven tu cara.
¿Qué ves? Ahora estás mirando hacia adentro – dando la vuelta a la dirección de tu atención 180 grados de los objetos exteriores hacia el Sujeto, al lugar desde donde estás mirando. ¿Puedes ver tu cara? ¿Puedes ver cualquier cosa ahí – cualquier color o forma, cualquier movimiento?
Aquí está mi experiencia: mirando hacia adentro, donde lo demás ven mi cara, no encuentro ningún color o forma aquí. Encuentro capacidad o conciencia ilimitada a este lado que está apuntando mi dedo. Esta capacidad está vacía, es clara y transparente. Es evidentemente despierta y consciente.
Al mismo tiempo dicha capacidad está llena de todo lo que está sucediendo dentro de ella: mi dedo, mi visión de la escena más allá de mi dedo, sentimientos…
Ahora estoy viendo Quien soy realmente – viendo el Uno ilimitado en el centro de mí mismo, el Uno en el cual el mundo está ocurriendo.
¿Qué encuentras? ¿También estás mirando desde esta conciencia totalmente abierta y cristalina?
Continúa con otro experimento.
Ve a continuación
la descripción de Douglas Harding de su primera Visión.