Ahí ves un círculo de cuerpos. Obviamente son distintos unos de otros, cada uno tomando su propio espacio. No se funden en una especie de €unidad€. Cada cuerpo tiene un nombre, un antecedente y una historia, una edad, una nacionalidad etcétera. Ahí abajo estamos separados los unos de los otros.
Fíjate en tu propio cuerpo. Desaparece por encima del pecho en Nada.
Date cuenta que desde este punto de vista los otros cuerpos también desaparecen por encima de sus pechos- en la misma Nada en la que tu cuerpo desaparece.
Aquí en lo alto no hay muchas Nadas- solamente una. Aquí, en este espacio sin bordes no hay líneas divisorias, no hay etiquetas de identificación, ningún trocito de Nada que sea mío o tuyo. Aquí somos indivisiblemente uno.
La conciencia anónima aquí en lo alto incluye todos aquellos cuerpos diferentes. Todos ellos desparecen en, o surgen de, éste Uno que no tiene nombre.
Mirando abajo, cada uno de nosotros tiene su propio punto de vista único, nuestros propios pensamientos y sentimientos.Yo no sé lo que estás pensando, o cúal es tu pasado. Incluso puedo no saber tu nombre. Pero puedo ver quien eres realmente - aquí en lo más alto del círculo.
Aquí en lo alto todas nuestras diferencias se disuelven, toda separación es vencida- sin destruir esas diferencias de ahí abajo. El espacio en lo alto tiene sitio para cada punto de vista.
El Círculo sin Cabeza es como un templo circular. Los cuerpos forman los muros, como columnas. Pero este templo está en ruinas - el tejado ha sido completamente llevado por el viento. El templo está abierto de par en par al cielo - un cielo que está totalmente claro. Un cielo que es ilimitado. Tú eres ese cielo infinito - el cielo del Ser.
€Quién es ese que ahora mira hacia abajo?
Mirando al que Mira vuelvo al hogar, a quien realmente soy, el Uno que no tiene fronteras, y encuentro que éste Uno incluye a todos. Allí abajo en el círculo yo soy uno entre muchos - los otros permanecen a mi lado, aparte de mí, conmigo o quizás incluso en contra mía. Pero aquí por encima de la línea de los pechos, no hay otros. Todas las divisiones son sanadas, toda separación vencida.
Aquí, mirando abajo, incluyéndolos a todos, está el Uno dentro de todos lo seres. Tú. eres ese Uno.